Reseña a Tres obras de Puerto de Escape El dominio Caido, Vastagos de la Mente y Aunque seamos las hormigas

RESEÑA A TRES OBRAS DE EDITORIAL PUERTO DE ESCAPE



Una reseña a las obras "El dominio caído", "Los vástagos de la Mente" y "Aunque tal vez solo seamos los dioses de las hormigas", todas de Editorial Puerto de Escape.

(PUBLICADAS ORIGINALMENTE EN LDP MAGAZINE 33)


POR JOSÉ HERNÁNDEZ

En este triple review se presenta el análisis simple de tres obras clasificadas por la editorial Puerto de Escape, a cargo de Marcelo Novoa.




La Ciencia Ficción tiene bastantes acepciones. En la generación etárea desde la que viene Marcelo Novoa, directo de la Editorial Puerto de Escape, la categoría de tal es bastante flexible, abierta e indefinida. Para el presente caso, si hay un punto de intersección en las tres obras que se abordarán es el uso del tiempo extremo -extremos futuros-, teniendo el enfoque de éstas no en la tecnología, sino en el desarrollo de los eventos y las decisiones humanas, o del raciocinio lógico a escala humana, pues no todos los personajes de las obras son humanos. 



Las obras que se contemplan en este análisis serán Los vástagos de la Mente de Mario Bustos Ponce, Aunque tal vez sólo seamos los dioses de las hormigas de Jorge Alberto Collao, y El dominio caído de Cristian Tejada Urbina. 

Siendo las tres obras publicadas en el año 2014, todas han sido parte de una gran ola de ciencia ficción que ha surgido en los últimos dos años. Hay que constatar el lanzamiento de otra triada de ciencia ficción de parte de la Editorial Austrobórea, siendo éstos Carmona Inc, Tarsis y Los sueños de GN-I. 

Todo esto conlleva a una idea de que la CF está dando fuertes golpes en la literatura chilena y busca establecerse como un género más prolífico que en los años anteriores durante los cuales predominó la aventura épica y la novela gráfica con temáticas ucrónicas. 

En Los vástagos de mente se desarrolla la aventura de Kutb Li, quien, preguntándose por el misterio de lo que hay Más allá del Mar, intenta resolver su duda generando consecuencias impensadas por él mismo. El escenario es el futuro de la humanidad dominada, no por máquinas ni robot, sino por quienes portan el conocimiento científico. Es una distopía en la cual los científicos han tomado el control de la civilización ya que la tecnología en manos de la política y la economía estuvieron a punto de llevar a la humanidad al desastre. Por ello, como medida preventiva, los científicos se han reservado la ciencia y su desarrollo a núcleos herméticos, dejando al resto de la población sumida en un orden que les entrega todas las comodidades, pero reglamentados y supervisados por una rígida estructura de autoridades y aparatos de censura. 



En el caso de El dominio caído de Cristián Tejada, la humanidad se encuentra en un punto en que la política y la economía todavía dominan la tecnología y la ocupan con el objetivo de establecer y mantener el sistema económico dominante en el universo: El comunismo. A pesar de que el autor no deja claro si este sistema comunista es en realidad una nominación para lo que en la práctica del libro parece ejecutarse como un socialismo -la existencia de un organismo dirigente, organizador y que pareciera ser un Estado-, o es más bien un comunismo en un estado temprano, en la que se encuentra una dictadura del proletariado; la obra se desarrolla en torno a la lucha de esta Dictadura/Estado/Organismo directivo -conocido como El Dominio- por mantener el orden económico de tipo comunista centralizado contra un nuevo orden económico establecido en las marginalidades del universo controlado por El Dominio y que se presenta como ideología antagonista: El capitalismo de Nexus. 



El protagonista de la obra, Pedro Montalva, se ubicará en medio de esta guerra, viajando como diplomático y como perseguido político entre los diferentes bandos, dando a conocer al lector los diferentes modelos y finalmente tomando parte crucial en el desarrollo de los acontecimientos finales que determinarán el modelo que asumirá todo el universo. 

Aunque tal vez sólo seamos los dioses de las hormigas del poeta Jorge Alberto Collao presenta una introducción que aborda la concepción de la obra. Son 16 páginas -en la primera edición- que dan una clara explicación a lo que vendrá en las siguientes 53. Esta es una obra en la cual el tinte poético se vuelve tan fuerte que transforma su lectura en una que requiere atención y dedicación, similar a las requeridas en obras filosóficas o con gran carga simbólica, como es el caso de La última canción de Manuel Sendero de Ariel Dorfmann, o El color de la Amatista de Sergio Meier. 

Jorge Collao pretende llevar a cabo la ambiciosa y tremenda tarea de crear una obra en la que la lógica del lenguaje no encierre el pensamiento en los márgenes habituales. Buscó abrir un relato en el que el lenguaje no fuese enmarcado dentro de los parámetros humanos, que pudiese flexibilizarse al pensamiento de criaturas no humanas, no condicionadas a los clásicos estados y sentimientos humanos. La idea de sentido de la vida, del sentido del tiempo, del cuidar de uno mismo se entrecruzan constantemente generando durante la narración ambientes y situaciones similares a las que han sucedido durante la Historia de la humanidad en la que la moral ha sido llevada al límite del pensamiento humano. Momentos de la historia como los suscitados por las fuentes que relatan cómo los cristianos, crucificados en los coliseos por los romanos, mientras el fuego crece en las piras bajo sus pies, comienzan a entonar emotivas canciones religiosas. Aquellos estados de la moral, extremos e increíbles, son vivificados con igual fuerza, pero en condiciones diferentes por seres que las viven de forma habitual. 

Intentar desmarcarse de las condiciones humanas y abrir paso a nuevas formas de pensamiento son metas muy altas y Jorge Collao las asume y las bordea por medio del viaje de tres personajes a través del universo, para el cual su ubicación temporal no está definida -ni hay necesidad de definirla-, y ya el desarrollo tecnológico crea biologías. 



Es por esta razón que la intencionalidad de este libro se diferencia de la de los otros libros. Para el caso de las obras de Mario Bustos Ponce y Cristian Tejada, sus esfuerzos radicaron en canalizar una obra que basada las temáticas abordadas por sus lecturas favoritas: Asimov, Bradbury, Orwell. Pero, mientras que en la obra de Mario Bustos Ponce existen varios indicadores de cuán apegado está su obra con la carrera que estudió (Derecho), en Cristian Tejada existe gran evidencia de la influencia que tuvo en él las contingencias de su época estudiantil, puesto que esta obra nació de los tiempos en que estudiaba en el colegio, en la época de las grandes movilizaciones de los estudiantes secundarios y universitarios de nuestro país. Es por ello que, a pesar de que las referencias en las obras de Tejada son obvias (Montalva, Smith, Milton, Nueva Alemania), no se deben sacar del contexto en el cual fueron concebidas y ser juzgadas a destajo. 

Por otra parte, en la obra de Mario Bustos Ponce radica una respuesta bastante interesante a un futuro planteado por el mundo ateo: si corresponde o es buena decisión basar el futuro de la humanidad a quienes ejerzan como científicos, puesto que, de acuerdo con las ideas planteadas por el autor, toda estructura social tenderá a su deterioro y posterior deformación y corrupción -como lo planteaba Aristóteles para las sustancias y Estados-. Y esa degradación es el escenario bajo el cual se desarrolla Los vástagos de la mente, siendo estos términos muy recurrentes al analizar la historia de las naciones y sus Constituciones. 

Sin duda, tres obras que han de abrir reflexiones interesantes para quienes buscan una amplitud de rango, desde los juegos alegóricos de la política actual a las proyecciones de la ciencia en lo que parece ser la única respuesta para un tiempo actual lleno de religiones en caída libre, en el cual el pensamiento místico tiene la horca en su cuello y el piso inestable a punto de soltarse.


DESCARGA ESTE ARCHIVO EN PDF 
O VISITA LA BIBLIONLINE


Comentarios

Entradas populares