La ciencia ficción chilena y los auges literarios


La ciencia ficción chilena y los auges literarios

 

Por José Hernández Ibarra

La literatura de ciencia ficción generalmente tiene como referencia a autores como Hugo Correa, Elena Aldunate y Antonio Montero. No se debe nunca desconocer la importancia de estos autores, sin embargo, una época dorada es lo que se vive actualmente en las letras nacionales.


La literatura de ciencia ficción tiene una tradición de ser bastante reducida, insular y atomizada. No existe una corriente central, ni una agrupación guía ni tampoco una convención que la determine los lineamientos de lo que se propone escribir. Esto genera una gran dispersión de los autores, muchos de los cuales no se conocen entre sí, a pesar de vivir en una época en que la interconectividad abre la posibilidad de crear comunidades. Sin embargo, en los últimos años eso ha ido cambiando y se han formado pequeñas uniones entre grupos de escritores, logrando que se vayan encontrando con más y más novelas y microcomunidades.
Con todo esto, lo más importante que se ha logrado descubrir, es que en los últimos cinco años, la cantidad de obras de ciencia ficción ha tenido un crecimiento espectacular.
Una serie de factores como la mayor difusión, la posibilidad de publicación digital, la autopublicación, la facilidad de gestionar contactos, el bajo precio de la impresión, así como el crecimiento económico han permitido que proliferen las editoriales pequeñas dispuestas a publicar obras del género.
Las estadísticas, para quienes llevan un registro de las obras publicadas en las últimas décadas, son claras y este informe pretende dar una idea de los resultados que tenemos con base al registro otorgado por Roberto Pliscoff, Moisés Hassón, Luis Saavedra, Omar Vega, Marcelo Novoa y José Hernández.
Este informe también sirvió para entregar una información precisa a Michel Deb y Wilbert Gallegos en su ponencia “Una nueva edad de oro en la ciencia ficción chilena”, en la XXXVII Hispacón celebrada en la ciudad de Valencia (España) a inicios de diciembre. 

Las estadísticas

El estudio tiene como límite las novelas o conjunto de cuentos que han sido publicados en formato papel y vendidas como unidades. El concepto de novela, junto con tener una difícil definición hoy en día, no se puede aplicar a todas las obras comprendidas. Solo se ha tenido como indicador de perteneciente a la estadística el hecho de que la trama haya sido escrita en código de ciencia ficción, es decir, con la intención de convencer al lector de los posible del argumento sin romper ilógicamente las reglas de la realidad.
Además, el estudio se centra entre los años 1853 a 2018, considerando que el año 2019 aun no ha terminado al momento de publicar este artículo. Comprende, además, todas las obras publicadas en Chile por autores nacionales y emitidas en papel. Por esto, se excluyen los libros digitales, debido a la incapacidad de definir diferencia entre la publicación en un blog, en un foro, en un chat, en un portal, en una red social, etc.
En las estadísticas establecidas por el índice de obras investigado por Roberto Pliscoff (y muchos otros investigadores como Moisés Hassón, Omar Vega, Marcelo Novoa, Luis Saavedra, José Hernández), demuestran un crecimiento en un 300% en las obras clasificadas como "fantásticas" entre 2015 y 2019. Esto quiere decir que, si entre 1853 y 2008 hubieron cerca de 200 publicaciones, entonces, entre 2009 y 2019 se publicaron 400 títulos. Pero, ¿Sucede esto para el caso de la literatura de ciencia ficción en Chile?
Las estadísticas, en resultados simplificados, demuestran que la mitad de la totalidad de obras de ciencia ficción publicadas en Chile, fueron emitidas dentro del plazo existente entre 2014 y 2018. Eso es asombroso.


A continuación, utilizando las fuentes estadísticas de las fuentes anteriormente indicadas, podemos generar este gráfico.

El gráfico es preciso, teniendo por el eje de las Y la cantidad de libros publicados, mientras que en el eje X se tiene una línea temporal.
Si examinamos con mayor precisión los últimos cuatro años del período observado, nos encontramos con una variación que de todas maneras supera al mejor año previo de la década de 1990.

 

Se puede observar en el eje X el número de obras de ciencia ficción publicadas en el período de 5 años, Teniendo la constante de promedio en las 5 obras de ciencia ficción. Por ello, ya en volumen de publicaciones, este período ha sido una época dorada. 

Autores

Otro motivo por el cual nosotros presenciamos la época dorada de la ciencia ficción es debido a la pluralidad de autores que se dedican a la ciencia ficción. No tenemos un solo autor escribiendo ciencia ficción como en los 60 o 70, en la que la presencia de Hugo Correa era determinante para todas las referencias al género.
En el gráfico de la página siguiente se puede observar esta diversidad entre los autores, lo cual es algo muy positivo considerando la diferencia de estilos y, además, genera una diferenciación entre los planteamientos de la ciencia ficción como género en Chile.
Los principales autores de ciencia ficción en Chile según el número de obras publicadas son Michel Deb, Carlos Páez y Armando Rosselot.


Hoy en día, tenemos autores variados, con pensamiento y posturas políticas diferentes, además de proyecciones de la historia de la humanidad de diferente

Las editoriales

Los grandes riesgos que toman las editoriales cuando publican ciencia ficción generalmente las disuaden de continuar con las secuelas, segundas partes o las demás unidades de una saga. Sin embargo, la mayoría de las editoriales que publican ciencia ficción lo hacen por propia convicción, porque nacieron para ello o porque sus equipos editoriales son parte de las comunidades del género.
Este es el caso de Wanderers Ediciones, Áurea ediciones y Puerto de Escape, por nombrar algunas.
El número de ejemplares habitualmente publicados para cada edición es de 500 unidades, las cuales generalmente se fraccionan a distintos destinos y objetivos (Biblioteca Nacional, Promociones en colegios, muestras para reseñas), pero es claro que hoy en día está cambiando la situación para los autores, que generalmente debían costearse los gastos de impresión, ya que algunas editoriales realizan sus publicaciones de manera gratuita manteniendo las clásicas formas de distribución de utilidades.
La principal editorial que ha apoyado la ciencia ficción en ese período fue Editorial Puerto de Escape, dirigida por Marcelo Novoa, quien ha trabajado este género desde el año 2005. Le siguen Autrobórea Ediciones, que actualmente se puede ubicar por Umbral ediciones. Finalmente, la nueva editorial Áurea, que se ha dedica con gran intensidad a fomentar la literatura fantástica.


En el caso de las editoriales que más volumen han dedicado a la ciencia ficción, todas tienen estándares similares en cuanto al número de ejemplares impresos en la primera edición. Es el autor quien decide mantener las nuevas ediciones o, con las ganancias de sus ventas, o con una apuesta por parte de la editorial, pero ese es el caso más reducido. Además, es necesario insistir en la escala de estas editoriales, las cuales no son gigantes corporativos, sino que pequeñas empresas de gestores que luchan cada día por mantener su pasión de apoyar la literatura fantástica incluso cuando en ocasiones se generen fuertes pérdidas. Por ello, un desbalance, un cambio económico, un desborde de los gastos significa la finalización de actividades de esa editorial, marcando así una más de las empresas que tuvieron una fugaz presencia en las letras del género. Por ello, el esfuerzo de estas editoriales se debe remarcar y aplaudir, considerando que el número estimado de obras publicadas en este período de 2014 a 2018 es cercana los diez mil ejemplares, otorgado por ocho editoriales. A pesar de no estar presente en las estadísticas, es muy necesario mencionar a editorial Biblioteca de Chilenia, liderada por Emiliano Navarrete (lee la entrevista que le hicimos), que a pesar de no trabajar directamente con ciencia ficción, ha sido un fuerte apoyo a la reedición de autores damnificados con la muerte de alguna editorial, generando reediciones, reimpresiones y versiones mejoradas, como lo es el caso de la Saga Carmona Inc, de Carlos Páez. Un trabajo sumamente importante a la hora de intentar rescatar nuestro patrimonio literario.



Palabras finales
Es muy interesante constatar este gran crecimiento de la literatura de ciencia ficción, considerando que ha sido fuertemente apoyada por los meidos audiovisuales, como el cine o las series de streaming. Esperemos que no solo Marte sea la gran temática, sino que la ciencia ficción se plantee como una forma de dar soluciones anticipadas y propuestas a los problemas del futuro, climáticos, sociales, económicos, etc.

A continuación, las obras tomadas como objeto de estudio.



Puedes encontrar este informe en PDF en la Biblionline de Fantástica sin Fronteras.

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