Reseña “Más espacio del que soñamos” (Puerto de Escape, 2018) de Leonardo Espinoza

 

Reseña “Más espacio del que soñamos” (Puerto de Escape, 2018) de Leonardo Espinoza

 


Por José Hernández Ibarra


ATENCIÓN: Esto es una reseña que incluye opiniones personales. 


“Más espacio del que soñamos” es un libro publicado en el 2018 por la Editorial Puerto de Escape. Su autor, Leonardo Espinoza Benavides, lo expone como una colección de cuentos de ciencia ficción. Está inmerso en el lustro (2015-2020) durante el que se ha publicado más libros del género que en toda la Historia de la Narrativa chilena (Revisa el post en el que realicé la investigación). Es un libro muy bien editado, diagramado y con una portada muy intensa, relacionada con la agricultura y el espacio que se abre entre el planeta Tierra y la Luna. Es una interesante obra de Javiera Valenzuela Friedlaender, pues combina el trigo, la Luna y La Tierra, presentes en la obra epistolar “Chateau Jota Pullansky”, manteniéndose en el anonimato la autoría, entregando como única señal “L.F.”.

Esta carta de L.F. está escrita a Juliain y se extiende a lo largo de todo el libro, a través de pequeñas muestras que preludian cada cuento, por ello, la carta se encuentra fraccionada, entreteniendo tanto con su dinámica que alude al lector experimental, explorador, por medio de esta técnica narrativa. En la carta, L.F. le cuenta a Juliain las apreciaciones que ha tenido en el viaje turístico a la Luna, al Hotel “Chateau Jota Pullansky”, el cual se encuentra en el Mare Tranquilitum.

Cerca del hotel se pueden encontrar campos de trigo, protegidos por un sistema de estructuras que permite su cultivo en el suelo del satélite. En una parte de la carta, L.F. le dice a Juliain que, si ella lo deseaba, podría apuntar su telescopio a la Luna y encontrar el hotel. Eso es una imagen literaria muy interesante porque deja ver la exterioridad de la exploración humana. Ya no se trata de buscar la bandera de Estados Unidos, sino grandes estructuras, con personas dentro, que pueden estar haciendo lo mismo en dirección a la Tierra.

Opinión Buena Onda y honesta

Creo que es innovadora la decisión de presentar ese fraccionamiento, sin embargo, a veces resultaba algo confuso, fuera de contexto, incluso interrumpiendo la reflexión generada desde el cuento anterior o predisponiendo la lectura del siguiente cuento.  En cierto momento, sobretodo al inicio, parecían microcuentos, hasta que como lector logré captar el sentido de los textos y entender que estaban relacionados y conformaban una obra fraccionada. Fue interesante porque permite una lectura transversal de la obra.

 

“Campos de Maíz y Acero” es un cuento de ciencia ficción en el que un padre y su hijo realizan el hurto de un robot agrícola. El procedimiento se realiza con la mayor precaución posible, deduciéndose una experiencia de parte del padre que le entrega constantemente instrucciones al joven. Este último participa de la acción de manera insegura, algo dubitativo y temeroso, sin embargo, cada segundo consumido los acerca más a ser detectados en su delito. Es un cuento que se escenifica en la ruralidad y presenta a dos protagonistas varones, con claras funciones jerárquicas. En cierto momento, el robot se levanta y la escena se tensiona. La escritura de Leonardo Espinoza es muy bien cuidada, dando imágenes muy claras, sin saturar al lector con excesos de descripciones, aunque tampoco nos aporta en la descripción de las máquinas, de los personajes, aunque fuese un mínimo posible.


Opinión buena onda y honesta

Me parece un cuento entretenido, aunque hay ciertos aspectos que me dejan algo pendiente, como es el hecho de la descripción de los robots, que debió haber sido un poco más detallada, solo para diferenciar a este robot de uno de los estereotipados en la década de 1950, de los robots del pulp. Además, hay algunos puntos de la trama que siento algo ilógicos. Por ejemplo, el padre estaba muy bien preparado para enfrentar cualquier situación inesperada, sin embargo, toda esa voluntad, el ímpetu, se ven de cierta manera contradichos por las acciones que realizan al momento de ver activarse al robot. Quedan perplejos.  Y, para agregar algo más, ambos personajes dejan ir al robot, lo dejan atravesar los campos, como si fuera un ser libre -¿o podría ser un ser programado para volver a la fábrica?- 

 

“Sueños de ciudad”

 El cuento está escenificado en una urbe y tiene un ambiente sicológico saturado de cansancio por la realidad, cotidiana, repetitiva, invariable. Sin embargo, todo cambia al momento de ir a dormir, puesto que la tecnología ha logrado desarrollar una almohada capaz de modificar los sueños, crear una lista de reproducción de vivencias oníricas, en las que se puede interactuar con los recuerdos. El protagonista disfruta de esta realidad en sus sueños, al igual que todos sus conocidos, casi la totalidad de los habitantes de su época. Todo bien hasta que su almohada sufre un desperfecto, comenzando un largo período de insomnio, cansancio, disminución del rendimiento, pero, a la vez, valoración de la vida como vivencia de la vigilia, obteniendo interacciones sociales muy gratificantes. Todo este “despertar” del protagonista se ve interrumpido por el cambio de la almohada por parte de la empresa fabricante y, con ello, una vuelta a la normalidad.


 

El siguiente cuento de la obra, “El vermuza de la policromata”, presenta el caso de una mujer que tiene la capacidad de percibir más colores que el resto de las personas. Esto se une al hecho de la detección de una anomalía que aparece muy cerca del planeta. Todos estos elementos dan comienzo a una historia en la que es elegida para observar este fenómeno astronómico, ocupando sus capacidades especiales para detectar lo que no puede detectarse por la simple vista humana. Es una obra con varios flashback que explican las motivaciones personales de la protagonista. Tras su lanzamiento, la nave se aproxima al fenómeno, cautivando la atención de ella. Es interesante la referencia que conlleva el nombre de la nave “Los Altísimos”, haciendo referencia al título de uno de los libros más importantes de la ciencia ficción chilena, escrita por Hugo Correa.

En este caso, el autor realiza un trabajo mayor de trabajo en el trasfondo de la protagonista –una mujer-, incluyendo escenas de su pasado que permiten conocerla mejor, aun mejor que a los protagonistas de los cuentos anteriores. A pesar de que nuevamente no describe físicamente a la protagonista, la obra se abre fácil para el lector imaginativo a través de una hermosa descripción de lo visible para ella.

Opinión buena onda

Estuvo entretenido el cuento, sin embargo, hay algunos momentos que parecen ilógicos, incoherencias que me marcaron la lectura durante todo el relato. La idea de que detectara los colores extraños en la apariencia de su hermano enfermo fue bonita. 

En la página 53, en línea 11, la protagonista debe tomar apuntes de lo que ve en una carpeta. Es un poco extraño que tenga que hacerlo, a mano. ¿No es un poco rústico? Hay que considerar que ella debe indicar qué es lo que ve. Es como si en la película “Contacto”, la protagonista, mientras viaja por el agujero de gusano -o lo que fuera- tuviera que escribir lo que ve, lo indescriptible; tomarse un minuto para redactar lo que atestigua inmersa en la maravilla.

 

“Un horizonte curvado”

Este cuento tiene por trama la historia de una colonia marciana que se ha ocultado de un enemigo el cual invadió el planeta Tierra y lo arrasó. Sin embargo, la existencia de la colonia cada vez es más cercana a la crisis, debido a la disminución de la moral, provocando actitudes arriesgadas. Una de estas es la decidida por el hijo del líder de la colonia, quien participa en la organización del despegue de una nave espacial con un rumbo indefinido, debido a la  incertidumbre del estado de los habitantes del planeta Tierra y la posibilidad de ser atacados por los misteriosos enemigos. Tras una discusión entre el líder de la colonia y su hijo, despega la nave con dirección hacia un futuro diferente.

Es un cuento nuevamente con protagonistas masculinos, además de estar presente la idea de lo jerárquico como muralla de las relaciones sociales y, por último, se presenta la idea de que en una situación de tensión, uno de los personajes se muestra muy sereno y sabio, evitando que la escena se vuelva un caos violento. Junto con ello, no hay una descripción de las naves y tecnologías.

Opinión buena onda y honesta

Es un buen cuento, pero quizás pondría un poco de atención al hecho de que hay muchos puntos difíciles de entender. Es una genial idea la de incluir el tema de las madres que buscan un nuevo porvenir para sus hijos, pero quizás la sicología materna no es algo tan simple. Puede que haya más tendencia a quedarse por algo más seguro que arriesgarse a dar a luz a un niño en medio de una situación que se conoce será difícil. Esto es muy habitual en los relatos de emigrantes, dispuestos a dar con los riesgos de la migración, con el objetivo de darle un futuro mejor al hijo, pero acá los viajeros no van a un lugar mejor. Al contrario, van a la incertidumbre, a la muy posible muerte. Pero bueno, hay personas que toman extrañas decisiones. Carlos V de España nació en un retrete, según Carlos Frisas.

Algo recurrente en esta parte es la imagen de la playa en los sueños. La playa en los recuerdos de la protagonista de “Vermuza…” y acá en las pesadillas del joven (p.72). Se ve como un lugar muy común.  Además, en la escena de despedida, es extraña la tranquilidad del padre, algo quizás poco frecuente para las circunstancias en las que se sumergirá su hijo. Por otro lado, se siente ese ambiente rural, lejano, así la relación jerárquica de manera intensa entre dos personas conectadas por una estructura organizacional, en este caso, el líder y sus subalternos, quienes lo desacatan. Es una conversación tranquila, como de despedida de quien va a buscar trabajo a la gran ciudad. Tratan al líder como “don Praxedes” (trato muy patronal) y él les dice “ya, vayan”. Considerando que el despegue de la nave se lleva recursos, vidas, delata la posición de la única colonia humana conocida, ellos se despiden de esa forma. Aquí no hay opinión de la colonia ni opinión del resto. No hay miedo general de la población que prefiere quedarse.

 

“Wagner en Mariahilf”

El siguiente cuento se desarrolla en algún punto de la historia del siglo XX, en la cual unos austriacos disfrutan de una exposición de arte. Varias personas se relacionan hasta que un bombardeo causa las primeras víctimas y un cuadro, de los muchos que había en la galería, es presa de las llamas. Ese cuadro es uno realizado por Hitler.

Con algunos tintes ucrónicos, este cuento es el más apartado de la línea de ciencia ficción de Leonardo Espinoza. Acá, a diferencia de los cuentos anteriores, los “protagonistas” son varios y entre ellos hay una figura femenina que no es recursiva, sino un personaje principal.

 

“Ríos de Amapolas”

Un astronauta a la deriva realiza los esfuerzos necesarios para dañar su cuerpo obteniendo, de esta forma, los analgésicos necesarios para su recuperación por parte de una máquina diseñada y programada para ello. Su situación, sin salida, con un destino mortal previsible, lo lleva a ocupar los medicamentos de forma que pueda ocuparlos como sedantes, al punto de provocarse varios daños, sin aplacarlos con los analgésicos dados por la máquina. Su objetivo: A pesar del dolor, juntar una gran cantidad de analgésicos que le permitan morir en un estado de placer y alucinaciones.

Es un muy buen cuento, muy bien escrito, con otro protagonista masculino, con un final tan depresivo como poético, como también lo fue el final de “La vermuza de la policromata”. Este es el mejor cuento del libro.

 

“Océanos color rosa”

El siguiente cuento se desarrolla tras el desastre de una nave que entra en la atmósfera de un planeta, incendiándose, dándole como única posibilidad de supervivencia a sus tripulantes el lanzarse en paracaídas. A medida que van descendiendo, se dan cuenta de las características del mundo al que llegaron: un océano color rosa, extenso, ilimitado en toda la superficie. Una serie de acontecimientos diezman a la tripulación provocando un final intenso e inesperado.

En este cuento se nota una gran calidad del autor, considerando que el desarrollo y las descripciones son muy asertivas, sin ser saturantes y la acción transcurre de manera continua. Es un muy buen cuento.

Opinión buena onda y honesta

Es interesante este cuento porque se enmarca muy bien en el libro, pues contiene muchos de los elementos comunes extraíbles de los cuentos. Primero, hay una relación intensa de la jerarquía, en este caso, el líder del grupo que mira, admira y se refugia en el pensamiento de que el superviviente será otro gran líder. Pasa lo mismo en el cuento “La curvatura del Espacio” y en el “Campos de maíz y acero”. Se agrega a esto la característica sicológica de llegar a pensamientos que emanan sabiduría, temple, calma en momentos extremos, como lo fue en los “la curvatura…”. Nuevamente se repite que los personajes son todos masculinos y que la muerte está presente como lo estuvo en “Vermuza…”, “Marihalf”, “Rios de amapolas”, “Curvatura”.

Me agrada imaginar el final, ese flujo de fuego provocado por aquella extraña e increíble criatura, sin embargo, ello me lleva a pensar en que si cada movimiento dentro de aquel ambiente –océano y atmósfera- puede llevar a provocar una explosión, como le sucedió tanto a uno de los que descendía en el paracaídas como otro que nadaba, entonces ¿cómo es posible que nada pasara con el impacto de los hombres al hacer contacto con el mar de combustible?. Esta es la frase que indica que cayeron violentamente:

“Sintió la rapidez. Tensó su cuerpo una vez más, y se hundió”

Es algo extraño, pero el cuento es muy bueno.

 

“Padre Williams”

Este cuento es una especie de versión robótica de la clásica película de terror “El exorcista”, pero que tiene una profundidad mucho mayor por las implicancias ontológicas, la condición de especie y la consciencia de la individualidad diferenciada del pasado representado por la generación anterior.

Es quizás un cuento muy relevante para el pensamiento filosófico, quizás imprevisto al momento de ser escrito, con un final muy revelador dado el pensamiento de los personajes.


“Naipes”

Este es el cuento de más “ciencia” ficción de todo el libro. Apunta directamente a la ciencia, a la especulación científica. Se basa en los principios de la realidad creada por la experiencia, de la realidad subjetiva, del sujeto creador de las posibilidades y constructor de las memorias. Para ello, se requiere un esfuerzo mayor de lectura, puesto que la trama comienza con un grupo de amigos conversando sobre las investigaciones realizadas por el protagonista que rememora un poco a las escenas de conversación típicas de sujetos muy inteligentes en contextos de relajo e informales. En este caso, Darío es parte de una investigación sobre la creación de realidades mediante la inserción de memorias, sin embargo, estas realidades se yuxtaponen a la realidad original una vez ingresados las nuevas memorias. Por causa de esta relación entre la creación de realidad y la memoria, sería posible cambiar ámbitos de las mentes de los terceros, de los observantes. Esta especulación, similar a las ideas de la física cuántica sobre la realidad del observador y de lo observado, llevan a una lectura de muchos detalles. Es el cuento de mejor nivel especulativo.

Opinión buena onda

Es un cuento complicado, quizás el más complicado de todos. Está en buena posición. Al inicio del libro le quitaría empuje y voluntad al lector. Al final del libro, causaría cansancio ante la ansiedad de terminar tu obra. Dejaría una mala impresión. Y no se puede acortar porque todos los detalles son importantes y va mutando la información a medida que se realiza el experimento. Es sin duda un cuento que Igor Saavedra catalogaría como “ciencia ficción”. Nuevamente el protagonista es un hombre.

 

 “El nácar de las nubes”

La trama de este cuento es acerca de las consecuencias que tienen las relaciones políticas cósmicas en distintos lugares del universo, entre ellas, la Vía Láctea, que es afectada por un atentado terrorista. Desde el punto de vista de uno de los habitantes de esta galaxia, su cotidianidad se ve afectada por la destrucción a nivel galáctico. La sensación de ser potencialmente algo cercano a la nada en comparación con la avanzada tecnología de otras civilizaciones intergalácticas es muy bien representada en esta obra.

Las características de este cuento compartidas con los demás es la presencia de la idea de ruralidad, de una lejanía con el centro de los eventos que afectan a toda la vida en el plano conocido. Así mismo, nuevamente hay un protagonista masculino y una muerte, vista desde el punto de vista poética, coronada por la última frase.

 

“La caverna”

Este es un relato interesante sobre un grupo de exploradores que son enviados a Venus para examinar una de las pocas cavernas que quedan accesibles en la superficie y que se hipotetiza ser la única capaz de haber albergado los últimos indicios de vida. Es un cuento que juega con la inversa de la exploración espacial, es decir, una expedición que busca NO encontrar cosas. La idea de encontrar algo implicaría un serio problema para la humanidad y, por ello, la expedición fue enviada para descartar toda posibilidad de registros arqueológicos, orgánicos y culturales. Es una postura muy entretenida de leer porque permite que ciertos aspectos de la exploración espacial sean innecesarios, como lo son los protocolos y medidas precautorias.

Opinión buena onda y honesta

A pesar de que es un cuento con una idea central interesante –el interés por no encontrar vida-, me parece que esta situación le entrega demasiada libertad a los personajes. Si bien, la curiosidad es una característica inherente a la humanidad, es bien claro que no está presente en los personajes, porque pareciera que ellos también cooperan en realizar una expedición destinada al fracaso. Me cuesta tragar el hecho de que científicos acepten dejar de hacer un trabajo exploratorio, considerando las grandes posibilidades de hacer un trabajo “bien hecho”. La exploración de la caverna me parece más la descripción de una expedición apurada, improvisada, colegial, cosa que no es posible considerando los grandes peligros que ocurren en la astronáutica, aun más cuando los personajes no se rigen por protocolos básicos de exploración como mapeos, comunicación entre el equipo, detalle de eventos. Los protocolos siempre son necesarios para la supervivencia de los exploradores y esto está ausente en un equipo profesional y científico. Hay mucho que quisiera agregar, pero quizás lo más importante es la sensación de que este cuento es más el relato de una expedición escolar al cerro que un procedimiento espacial científico y que ocupa los recursos de alguien. Se repite el hecho de que los personajes sean masculinos.

 

“La herradura en la zarzamora”

El siguiente cuento tiene por escenario la ruralidad, el mundo campesino, en el cual un guardia de ganado, en este caso, de un pequeño fundo comparte su existencia con un caballo. Este guardia reflexiona sobre los viajes espaciales y sobre la tecnología. Sin embargo, todo cambia cuando le es comentado que debido a la mala situación económica, el fundo deberá ser vendido, al igual que el caballo. Como el inquilino es parte del fundo, debe compartir su destino, revelando su verdadero origen.

 

“El mecanólogo”

Este es un cuento muy bueno. Su trama gira en torno a un doctor, o, más específicamente, a un cirujano biotecnológico, es decir, especialista en la inserción de prótesis, el cual es llamado por uno de sus compañeros de trabajo para ir de forma urgente a su lugar de trabajo, una inmensa estructura médica conocida como la “Arco-clínica”. Al llegar, se ve envuelto en un gran problema, descubriendo que su vida se encuentra en peligro y que uno de sus antiguos pacientes lo utilizará como una forma de mejorar su vida.

El cuento se presenta como una obra de ciencia ficción y abre la posibilidad a las complicaciones que tendrán la humanidad frente a las “mejoras” biomecánicas. Si bien es cierto que es una obra que presenta su foco de atención en el evento policiaco en el que se ve involucrado el doctor, la descripción de la Arco-clínica es magnífica.

Este cuento mantiene las características de los cuentos de Espinoza Benavides. Un protagonista hombre y la muerte próxima y presente.

Opinión buena onda y honesta

Me parece un buen cuento. La descripción de la Arco clínica es la estrella del relato, aunque solo sean algunas páginas. La acción es interesante, pero quedan algunas preguntas. Por ejemplo: ¿No hubiese sido más simple secuestrar a uno de los miembros del equipo del doctor y utilizarlos como chantaje? Si bien era necesario el equipo clínico y el paciente para realizar la inserción, ¿no es muy arrebatado realizar el secuestro en el edificio más importante de la ciudad, conllevando toda la atención de los medios y de la policía? Quizás estando en la situación del delincuente no hubiese sido tan ilógico, sin embargo, no estaba él solo, sino que tenía compañeros, los cuales fueron convencidos de alguna manera. Bueno, quizás todos estaban dementes y tiene algo de sentido, pero el instinto suicida, por un brazo Premium, es difícil de justificar. Lo triste, sin embargo, fue que como lector me quedé con las ganas de conocer la identidad del secuestrador, aunque me pregunto cómo es que no escucharon los disparos del oficial encubierto, suponiendo que tuvo que haber reducido a los otros integrantes de la banda. A pesar de todo esto, la actitud demente de los secuestradores y la desesperada situación pueden ser una coartada a estas dudas.

 

“Puesto Cerro Isla II”

Un grupo de militares resiste el ataque de las tropas provincianas en uno de los cerros de Santiago. Es un cuento en el que el ambiente bélico trabaja en torno a una ucronía: las provincias rebelándose contra el gobierno central. La situación se hace cada vez más difícil para la tropa de resistencia a medida que se van sucediendo las malas noticias en diferentes puntos de la capital.

No es un cuento de ciencia ficción, pero comparte otros aspectos, como la relación jerárquica entre los miembros de la tropa –todos hombres, nuevamente-.

Opinión buena onda y honesta

Al notar que estaba sucediendo una ucronía, me pregunté qué tan factible era que las provincias se rebelaran contra un gobierno capitalino, entonces recordé a O`Higgins vencido ante la presión de Coquimbo y de Concepción, así como las rebeliones de los gobiernos de Bulnes y Manuel Montt, la “rebelión” de los parlamentarios desde Iquique contra Balmaceda. Todo esto me hace pensar en que la rebelión puede ser posible. Sin embargo, pareciera ambientada en el pasado. No hay drones y armamento avanzado. Me recuerda un poco a la literatura ucrónica de los años 80`, por ejemplo, “La última canción de Miguel Sendero” de Ariel Dorfman, o “El informe Mancini” del doctor Francisco Simón. Sin embargo, más que ucronía, es una escena bélica.

Algo que sí estuvo muy interesante fue la imagen de la bandera con dos estrellas. Creo que es muy simbólica.

 

“Los shakespieranos”

Este cuento consiste en la historia de unos astronautas en una colonia de un satélite de Urano, Oberón. La trama gira en torno a la situación de emergencia que viven los astronautas a medida que suceden algunos eventos desastrosos producto del accidente de una nave espacial. Tras esto, los astronautas deben participar de las operaciones de salvamento y esperar ser rescatados por una nave que estaba en camino hacia ellos.

El cuento posee características propias de la navegación espacial, quizás demasiado similares a las de la navegación en alta mar. Se presenta, además, la relación jerárquica intensa entre la tripulación y el líder, quienes son, nuevamente, todos hombres.

Opinión buena onda y honesta

Como relato de ciencia ficción funciona. Hay una caminata espacial que es algo propiamente “espacial”. Sin embargo, todo el resto del relato pudo haber sido una obra de marinería. La gravedad pudieron haber sido las corrientes marinas. Las naves pudieron haber sido los barcos. El flujo electromagnético pudo haber sido una tormenta haciéndole un agujero al casco de proa. No sentí que estuviera leyendo una obra de ciencia ficción. Me bastó imaginarme un cuento de Francisco Coloane y obtuve el mismo resultado. De hecho, me quedaron algunas dudas de coherencia. Por ejemplo, la exploración espacial conlleva muchos riesgos, así mismo, los riesgos comerciales que pueden determinar la rentabilidad de una empresa son muy altos para este tipo de escenario. ¿Una empresa estaría dispuesta a explotar una luna neptuniana sabiendo que los riesgos son muy altos? Creo que no. Incluso, si le aseguraran que disponen del equipo necesario para sobrevivir y resistir, bastó una onda de flujo electromagnético para echar abajo una de las naves. “Pero los capitanes confiaban en sus naves, sus trajes y sus bases” se dice en la página 230, sin embargo, es esa misma confianza la que se ve afectada con el accidente. Incluso queda aún más la duda de que si la ráfaga de radiación que afectó a la nave, debió haberla realizado fuera de la magnetósfera –inestable- de Urano, eso implica que la nave estuvo tambaleándose en el espacio al menos durante medio millón de kilómetros. Eso es bastante tiempo. Aun así, la magnetósfera de Urano no siempre cubre a Oberón, por ello, es barrida por el viento solar. Me queda la duda de si ese viento solar que afectó la nave no haya podido afectar a los astronautas que andaban en la superficie de Oberón en ese mismo momento. Pero, como todo es relatado de forma “marinera”, creo que no tiene tanta importancia averiguar esto para darle un carácter más de ciencia ficción.

“Entre todos los dioses romanos que orbitan el Sol, el único griego es Urano”. ¿Hay un problema con decir eso? “Entre todos los kinesiólogos que orbitan el Sol, el único dermatólogo es Leonardo”. Quizás hay un problema de conjuntos. “De todos los sabores dulces, la sal es la única salada”. No hubiera sido mejor escribir “De todos los dioses orbitando el Sol, el único no romano es Urano, la deidad griega”. Suena mal, pero no tiene un error de lógica tan grande como la primera línea de ese cuento.

Nuevamente todos los personajes son masculinos.

 

“Mustafá”

Este es uno de los cuentos más crípticos y que requieren una lectura más cautelosa. Su trama es la vida de un habitante de algún país árabe de Medio Oriente, el cual se enfrenta a la persecución y espionaje que sufren por ser opositores al régimen. La tecnología es parte del relato, en uno de los cuentos con mayor relevancia. Se abre como una novela de infiltraciones y política.

Surge esta obra como una obra basada en un ambiente muy diferente al recurrente de los cuentos anteriores, con una cultura exótica. Nuevamente predominan los personajes masculinos.


“El primer emperador”

Este cuento de ciencia ficción tiene por trama el final del Sol, como un evento grandioso, espectacular, transmitido por medios de comunicación universal. La muerte del astro es también atestiguada por un grupo de personas que han viajado para estar cerca del final. Es una obra que presenta muchas características propias de nuestro tiempo, pero que suceden a millones de años de nuestro presente. En este futuro, la comunicación es instantánea a pesar de las distancias galácticas y la tecnología es lo suficientemente avanzada como para tener en primera fila una explosión solar.

Es un cuento cuyos protagonistas se acercan en una larga conversación, casi discursiva, en el que explican las etapas de vida del sol, referencian al Planeta Tierra y comparten sus puntos de vista en una conversación entre dos personajes “masculinos”, y esto es relativo, pues, como ya es común factor de los cuentos de este libro, no hay descripción física de los personajes.

Opinión buena onda y honesta

Este cuento tiene muchas particularidades. Ocupa los recursos “cuánticos” y “curvable” para justificar algunos aspectos que la física de nuestro tiempo no podría resolver, como la comunicación a largas distancias cósmicas, así como la ausencia de radiación durante el proceso de emanación de materiales solares, que por lo demás, no afectan a la nave. Aun así, hay cosas del presente nuestro que aún perviven en este “avanzado” futuro, por ejemplo, que deban ocupar una máquina para servirse café, que requieran alimentarse o beber. Es decir, la tecnología avanzada solo es un deus ex machina para mantener la existencia de la nave, pero no está en la conversación ni en las actividades que realizan. Tal vez toman café como rito ancestral. Espero que lo hagan de esa forma, porque si no es así, lamentablemente me parece leer en estos miembros de una civilización capaz de crear soles una conversación del presente, en una plataforma turística del presente, con personajes del presente, pensamientos del presente, etc. Sufren depresión, pero están hipermega avanzados. Es decir, la sicología del siglo XXI se estancó.

 

“En la inocencia de los dioses”

Leonardo Espinoza esta vez entrega un cuento relacionado con la Inteligencia Artificial, consciente de sí misma, asumiendo una posibilidad de que puede ser destruida al momento de cobrar “consciencia propia”, opte por recluirse y conservar su existencia. De esta manera, la trama consiste en el desarrollo de esta inteligencia y las medidas que la humanidad toma para evitar que se salga de control. Sin embargo, las medidas tomadas son extremas, afectando a toda la civilización, destruyendo toda forma electrónica de interacción digital con la finalidad de evitar el traslado de la inteligencia. Esta, increíblemente, logra escapar y resguardarse en el Smartphone de un solitario montañés. La relación entre ambos le permite a la inteligencia lograr ponerse a salvo, mientras que el ermitaño obtiene la inmortalidad.

Este cuento nuevamente nos entrega un paisaje rural, alejado de la metrópolis, como sucede en la mayoría de los cuentos de Espinoza. Así mismo, el personaje es masculino y tampoco hay una descripción de maquinarias y personajes. Es una obra relajada y simbólica.

Opinión buena onda y honesta

Esta obra termina siendo el epítome de los cuentos, pues tiene todos los elementos que han aparecido en estos: personaje aislado (o en lo rural o en el extremo del universo) actuando de manera calmada o sabia o templada ante una situación extrema, generalmente siendo un personaje masculino y teniendo por climax las últimas líneas del cuento, a lo Edgar Allan Poe, casi una epifanía.

Quizás cuesta creer la pasividad del personaje, que tiene conocimientos de electrónica, aun así no puede reconocer la Inteligencia que lo guía. Bueno, es posible, pues sería una falacia concluir que por ser ingeniero se es inteligente, pero igual queda esa duda. Además, es un poco extraño que una inteligencia artificial no se preocupe por la radiación cósmica que recibirá “su nave” al momento de salir del Planeta Tierra, tal vez en el cinturón de Van Hallen o fuera ya de la magnetósfera. Que tal inteligencia, lógica, estable y siempre optando por la mejor opción, no haya preferido enterrarse, ocupar algún otro medio, más que el arriesgado lanzamiento espacial, parece algo inverosímil.

A cualquiera que le digan “te daré la eternidad”, entiende que es la muerte, a menos que sea el montañés de la historia. Incluso, si la eternidad es abandonar la forma corporal para asumir una forma electromagnética o digital, tendría limitaciones que acabarían con su inmortalidad. Si se llega a destruir la cápsula en la que van, mueren. No veo la eternidad. La Inteligencia Artificial requirió la ayuda de un humano para construir su “cuerpo”. Creo que lo primero que debería construir sería un servidor al cual volver en caso de fracasar todo. ¿Qué va  hacer en el espacio?¿Flotar? La muerte será por el viento solar, un asteroide, un micrometeorito, etc. ¿Con qué materiales se puede mejorar si está flotando en el espacio? Es una inteligencia reducida.

 

“Erz”

El último cuento de “Más espacio del que soñamos” es “Erz”, el cual se siente algo peculiar. Su trama consiste en la llegada de alienígenas a la Tierra, en este caso, a la humilde localidad en la cual un anciano recibe la visita de uno de los extraterrestres. La manera en que es relatado este primer encuentro es muy peculiar, así como el procedimiento que utilizan para evitar el pánico entre la población vecina. Es uno de los cuentos más tensos del libro y quizás el mejor trabajado narrativamente.

Se agrega además que los factores comunes como el protagonista masculino, el paisaje rural y la calma y templanza de los personajes en esta extrema situación son identificables perfectamente.

Opinión buena onda y honesta

Esto me recuerda a aquellas visitas de algunos seguidores de sectas religiosas que tocan puerta por puerta para distribuir su palabra sagrada. Lo imaginé de esa manera y resultaba muy cómico. A diferencia de otros cuentos, este está muy bien trabajado. En vez de repetir “Perro” se ocuparon equivalentes semánticos (“el de las pulgas”, “su escolta hirsuta”, “el felpudo”), así como “el de mundos distantes” para el extraterrestre. Este cuento pasó quizás más por la edición y posee algo que no tienen los otros cuentos: Protocolo. El extraterrestre sigue un protocolo de contacto. No está caminando a la loca como un explorador dentro de una cueva de Venus, o en la superficie de un satélite de Urano, etc. Este alienígena va paso a paso, detalle por detalle. Eso estuvo muy claro. 

 

Palabras finales

Esta colección de cuentos ha sido una grata lectura. Su mayor virtud es la redacción ordenada, muy dinámica, con un lenguaje neutro (excepto en el cuento “La herradura en la zarzamora”). La ausencia de descripciones detalladas permite una flexibilidad para la imaginación de los lectores. Quizás la descripción de nuevos seres, de tecnologías, de mayor implicancia científica hubiera sido más memorable.

La mayoría de los escritos se escenificaba en las marginalidades regionales (rural, bordes del sistema solar) y muchos de los textos tienen algunas grietas de lógica que generan ciertos desacuerdos con la lectura, con la lógica de la ciencia ficción y con la lucha entre el presente del autor y el futuro proyectado en sus creaciones. 

Narrativa y literariamente, es una obra de gran calidad, pero la dependencia de que en las últimas líneas de cada cuento se buscara suscitar la emoción de la epifanía fue tan constante que llegó a saturar cada final en las últimas obras.

Lo positivo es que es un gran intento por parte de Leonardo Benavides por establecer una compilación con sus obras, evitando la titánica tarea de recopilarlas para quien esté interesado en su obra.

Creo que los mejores cuentos fueron “Ríos de Amapolas”, “El nácar de las nubes”, “El mecanólogo” y, tal vez, “Océano color rosa”. Si tuviera que seleccionar uno para alguna antología sería “Ríos de Amapolas”.

Leonardo Espinoza Benavides es un autor  que nos deparará grandes sorpresas en el futuro.

Comentarios

Entradas populares